Y, aquí estoy, después de tanto tiempo. Volviendo a escribir. Quizás esto nadie lo lea, porque, realmente, no lo hago para eso. Necesito buscar en mi interior. Y, ¿Qué mejor forma que aquí?
Un viernes por la tarde. Un viernes nublado y lluvioso. Con el humo de un cigarro y con la canción "Quién" de Pablo Alborán. ¿Por qué esta canción? Porque hoy me inspira. Porque quizás me siento así.
"Si te digo la verdad no quiero verme solo"
Pues no, no quiero verme sola. Te necesito. Te echo de menos. Pero no puedo reconocerlo. Ni a mis amigas, ni a mi familia, ni siquiera debería de reconocermelo a mi misma, pero por mucho que en mi cabeza trate de ocultarlo, me cuesta mucho hacerlo.
Cambio de canción. "Vi" de Pablo López.
No se que me pasa hoy con los Pablos. Pero hoy me ha dado por su musica.
La verdad que hoy no necesito música, ni amigos, ni nada. Ni siquiera una de esas frías cervezas. Hoy solo me apeteces tú. Tus labios, tu cama, a ti. Y ya esta.
No se que me ha dado esta semana por acordarme de ti. Pero me acuerdo. Me acuerdo como si fuera ayer ese 4 de Julio cuando, después de meses hablando, te vi allí, en la parada de Empalme, como si hubiera visto una estrella fugaz. Cuando se me paró el corazón por segundos y sentía que, quizás, era el mejor día de toda esa mierda de semana. Cuando me miraste. Cuanto te miré. Cuando ya no sabía si todo era un sueño o estaba ocurriendo de verdad, ya que había soñado tanto con eso que no llegaba a creermelo.
Y sí, suena tan bonito como fue. Pero, claro, jodidos finales felices. ¿Dónde estais? Nunca suceden, joder.
Tuvo que llegar el momento en que todo dijo adiós. El primero, tú.
Y no te diste cuenta que yo mataba por ti, pero... Yo tampoco me di cuenta que tú eras quien disparaba. Lo queria todo contigo. Quería que fueses todo. Quería uno de esos falsos siempres. Pero ni tú eras para mi, ni yo para ti.
Quizás la vida nos a separado porque luego nos unirá, pero prefiero no dejarme llevar por la ilusión y creer que eras un error.
La verdad, creo que por mucho que quiera, nunca podria llamarte error, porque has sido una bonita casualidad. Una piedra bonita que me ha hecho resbalar. Una cordura dentro de esta loca vida.
Siempre voy a recordarte. Bueno, realmente, yo nunca olvido a nadie, por mucho que se vaya. Se me dan muy mal muchas otras cosas, millones de cosas, pero lo mío son las fechas importantes, las personas fundamentales y los recuerdos imprescindibles. Y tú eras parte de todo eso.